Casi 200 pandillas azotan Cancun Como nunca, Cancun ha visto reproducir cientos de pandillas juveniles compuestas por el producto precisamente de la falta de oportunidades para los jóvenes. La respuesta básica de las autoridades, mas alla del discurso oficial, ha sido LA REPRESION Y EL ABUSO DE PODER, llenado el famoso torito de jóvenes, muchos de ellos inocentes. Ha partir de esta primera parte, tocaremos el fenómeno A FONDO, tomando articulo de terceros, y reportajes originales de RADIO BARRIO CANCUN
José Octavio Camelo Avedoy
Luz Angélica Ceballos Chávez
El caso de Cancún: problemas socioculturales de un destino turístico
En Cancún, como en el resto de los destinos turísticos, la riqueza no se distribuye entre la sociedad sino que ha servido para ratificar lo que es una constante en el modelo, la formación de una sociedad asimétrica que tiende a profundizarse con el tiempo.
El binomio especulación de suelo-industria de la construcción forma el eje del modelo. Esta industria se convierte en el motor de la economía regional de la zona turística, y los campesinos se desplazan atraídos por la oferta laboral que representa la construcción de los complejos hoteleros; pero una vez que se terminan las grandes obras, se establecen en forma permanente en las áreas marginadas de esos centros turísticos, dando origen a las colonias populares, que se forman por asentamientos espontáneos o mediante la dirección de líderes o po- líticos locales, razón por la cual carecen de planificación y servicios. Esto da lugar a los primeros costos sociales.
Los campamentos o villas marginales donde viven los inmigrantes representan la otra cara del modelo, no cuentan con áreas verdes ni deportivas, ni buen transporte y servicios, son zonas de desesperan- za, en donde el vicio se convierte en una constante que les permite paliar sus necesidades.
Ante la falta de organización social, los sindicatos blancos detentaron el poder hasta fines de la última década prevaleciendo la corrupción en el campo laboral. Mientras tanto, en los asentamientos marginales, la carencia de organismos sociales, clubes u otras organizaciones, originó la formación de bandas juveniles, como única alternativa para establecer un sistema de socialización, convirtiéndolos en una amenaza para el resto de la sociedad. A este conflicto se suma en el sureste la presencia de la “mara salvatrucha”, organización delictiva que nuclea a centroamericanos.
Entre los grupos periféricos o marginales, el modelo inmobiliario opera de una manera especial, generalmente en dos versiones: una, a través de invasiones planificadas por líderes corruptos que logran tomar zonas periféricas y organizar a la gente que está dispuesta a pagar protección para estar en el terreno, hasta que después de una serie de luchas y conflictos, el Estado manda regularizar estos mini terrenos que no pasan de 10 X 15 metros, en el mejor de los casos. (César y Arnaiz, 2007).
La otra es a través de líderes políticos, que consiguen que el Estado ceda algunas tierras que venden o intercambian por favores políticos, pero en ambos casos, el común denominador es la falta de planifica- ción, por lo que enfrentan grandes problemas para lograr la tenencia definitiva de las mismas.
Hay un tercer modelo, el que realizan los fraccionadores que compran grandes áreas y las venden a cuotas bajas que deben pagarse durante un largo periodo, por lo que el precio final de la tierra está por encima del valor real.
En Cancún, la colonia Puerto Juárez es la zona marginada. En ella habitan hacinadas 600,000 personas que representan el 70% de la población, esta estructura urbana es similar en todas las grandes ciudades de México(César y Arnaiz, 2007). Es importante mencionar que los procesos de descampesinización y aculturación se dan en forma acelerada, por la necesidad que tienen los actores sociales de integrarse a un medio que les es hostil y que además desconocen.
La población que se ha desplazado a Cancún es en su mayoría de origen maya, proceden de las zonas rurales de Chiapas, Campeche, Tabasco y el sureste de la península; estos nuevos habitantes de la zona comienzan su proceso de aculturación con el cambio de vesti- menta, que consideran necesario para evitar un trato discriminatorio por parte de los empleados y obreros de la construcción.
Posteriormente modifican los contextos del uso del idioma, el len- guaje materno se utiliza en el núcleo familiar o social afín, pero en el trato diario éste desaparece. Los cambios también influyen en la alimentación, sustituyen sus alimentos habituales por una nueva die- ta que resulta nociva para su salud, lo cual se refleja en la reducción de tallas.
En los centros de trabajo, los sábados - día de raya - se sitúan tianguis que cumplen la función de las antiguas tiendas de raya - despojar- jar al trabajador de su salario - y venden todo tipo de mercancías, incluida la prostitución.
Esta nueva forma de vida induce el efecto demostración, la sensa- ción de dinero y posibilidad de consumo y las luces de los centros tu- turísticos, terminan por convencer al campesino de su nueva condición de la que no hay una salida posible. En el caso de las clases media y alta, la situación que se presenta es distinta, ellos buscan en el cen- tro turístico mejorar su nivel de vida y si no lo consiguen, se van en busca de otras opciones.
De acuerdo a los estudios realizados por diversos antropólogos, el proceso migratorio maya al proyecto Cancún primero y luego al co- rredor, se trata del mayor contingente indígena que se ha desplazado desde la conquista y que entra en un proceso colectivo de transfor- mación-aculturación.
El efecto del proceso de transformación de Cancún impactó más al campesino maya, que las haciendas henequeneras, porque en éstas, podía mantener su tradición y sus costumbres, pero en el caso de Cancún, el choque es frontal por lo que se auto someten a una transformación radical para evitar ser percibidos como diferentes.
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