El decálogo que plantea Peña Nieto es un refrito para tomarle el pelo a la población que exige medidas contundentes. Los planteamientos realizados por el presidente Enrique Peña Nieto "son una tomada de pelo a la ciudadanía que exige medidas contundentes", señaló el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Quintana Roo, Emiliano Ramos Hernández.
Dijo que se trata de un refrito de iniciativas necesarias, pero que se discuten en el Congreso de la Unión presentadas desde el sexenio anterior, con lo que pretenden dar carpetazo a las investigaciones de lo acontecido en Ayotzinapa Guerrero.
Ramos Hernández consideró que el mensaje debió culminar con la renuncia de los titulares de la Secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General de la República, Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam por la ineptitud y complicidad mostrada para evitar la tragedia de Ayotzinapa y usarla para fines políticos.
"Enrique Peña Nieto evadió su responsabilidad y su dicho carece de credibilidad si no viene acompañado de la renuncia de Murillo Karam y Osorio Chong porque es imposible pensar que no supieran lo que pasó en Cocula gobernado por el PRI y en Ayotzinapa".
El líder perredista acusó que Peña Nieto omitió hablar del tráfico de influencias y el deslinde responsabilidades por las constructoras que benefició durante su sexenio como gobernador del Estado de México y "La Casa Blanca" que adquirió con valor de más de 7 millones de dólares.
Llamó a la población y a liderazgos perredistas a la movilización nacional para exigir la renuncia de Peña Nieto.
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