El propio Bibiano dijo que los encargados de Asuntos Internos iniciaron investigaciones a todo el personal del Cereso de Chetumal; Caiga quien caiga, no se tolerará la corrupción en los centros penitenciarios.
Por EL FRANCO TIRADOR
CHETUMAL, Quintana Roo, 3 de diciembre.- Una vez más quedó al descubierto la fragilidad del sistema penitenciario quintanarroense, y la endeble seguridad acompañada de la conducta afín a la corrupción de los custodios y jefes del Cereso Chetumaleño, quienes están en contubernio con el crimen organizado dentro de los penales del estado de Quintana Roo, porque de otra manera no se puede explicar que aparezca marihuana en paquetes y lista para "quemar" dentro de las cárceles.
No hay medidas de prevención de delitos y mucho menos control del ingreso de objetos, armas, y sustancias prohibidas; la planilla de decenas de custodios encargados de la seguridad del penal chetumaleño solo hace como que controla a los familiares de los internos y lo que ingresan para entregárselo a sus familiares, pero hasta ahí.
Las autoridades de seguridad estatal solo se enfocan a catear y hacer como que descubren sustancias, armas, tráfico de alimentos, y un sinfín de anomalías, aunados a las palpables violaciones de los derechos humanos de los internos. Pero eso es cuando ya se cometió el delito, y quedó a flor de piel la incompetencia de las autoridades penitenciarias.
La Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SESP) informó que Bibiano Villa, encabezó el "operativo sorpresa" al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, donde aseguró junto con sus elementos, 20 kilogramos de marihuana, 48 relojes, licor y bisutería.
Cuenta que el operativo se derivó de una llamada anónima (Pitazo) al celular de Villa alertándolo con detalles de que al interior de un contenedor de agua (tinaco) de los baños ubicados en el área de visitas había tabiques de marihuana.
La labor del secretario acompañado de su escolta fue sencilla, ya que le habían dado "santo y seña" del lugar donde estaba la "mota" todavía en su empaque original que contenía dos tabiques de 10 kilogramos de cannabis cada uno. Los cuales ingresaron al Cereso a la manera antiquísima del "Caballo de Troya" de la Iliada.Ya encarrerado el general inspeccionó las celdas, especialmente la del interno Carlos Hernández Ramón el "Tocayo, y se encontraron 48 relojes de diferentes marcas, cuatro cervezas, una botella de licor beliceño, al menos seis kilos de bisutería y cinco mil pesos, en diez billetes de quinientos pesos.
Villa ordenó una investigación por parte de la Dirección de Asuntos Internos sobre todo el personal operativo y administrativo del penal, además de la integración de la averiguación previa por parte de las autoridades correspondientes. "No vamos a tolerar este tipo de ilícitos, y caiga quien caiga tendrá que responder por los 20 kilogramos de lo que al parecer es marihuana que se encontró dentro del penal, para que sea castigado con todo el peso de la Ley", dijo el Secretario de Seguridad Pública.
De igual forma, ordenó que se iniciara una investigación por todos los objetos que se encontraron dentro de la celda del interno Carlos Hernández Ramón, para el deslinde de responsabilidades. Personal de la Subdirección Jurídica se encargó del conteo de los objetos y la puesta a disposición ante un agente ministerial para los trámites pertinentes.
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