martes, 3 de diciembre de 2013

NUEVO DELEGADO DEL PRI, EN QUINTANA ROO ¡UNA “FICHITA”!

                                                        

                  EN PRIMERA FILA       POR LUIS A. CABAÑAS BASULTO

Chetumal Q. Roo 3 de diciembre 2013.-No cuajó la jugada de "tres bandas" del PRI, por lo que el criticado ex "góber precioso" de Puebla, Mario Marín Torres, no resultó el nuevo delegado del CEN del tricolor en Quintana Roo, aunque, para mala fortuna de los priístas, en su lugar quedó el no menos cuestionado ex mandatario de Oaxaca, Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, a quien se presentó anoche mismo.

Sustituto del político-periodista guanajuatense Miguel Chico Herrera, ahora delegado en Querétaro, el oaxaqueño rindió protesta ante el secretario de Organización del CEN, José Encarnación Alfaro, en un evento al que, celebrado en la sede estatal del PRI en Chetumal, hizo bien en no asistir el gobernador Roberto Borge.

En efecto, el primer priísta del Estado seguramente se hubiera avergonzado de avalar el nombramiento de un oscuro político represor y duramente cuestionado en su entidad, aunque, como lobo con piel de oveja, dijo haber llegado a Quintana Roo "a sumar experiencia a un Estado donde el esfuerzo del priísmo fue reconocido por los excelentes resultados", dijo.

De tristes recuerdos y con tamaña "cola" imposible de ocultar, Ulises Ruiz Ortiz, de 55 años de edad, fue gobernador del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010, aunque su toma de posesión fue en medio de protestas por fraude, con denuncias de compra de votos y otras que "adulteraron" el resultado a favor de quien había sido delegado del CEN en varias entidades (1982-1989)

Ex subsecretario de elecciones del CEN (1989-1994) y ex secretario general de la Fundación Colosio (1994), el nuevo delegado, quien fuera diputado local y secretario de organización del CDE del PRI en Oaxaca -también fue diputado federal de (1997-2000) y secretario general del CDE del PRI en su Estado (1996)-, tiene la nada honrosa "fama" de ser "padre" del prolongado conflicto magisterial en esa entidad, así como de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO)

Senador en las LVIII y LIX Legislaturas (2000-2006), en efecto, Ulises Ruiz sentenció desde su toma de protesta que la ley, sin compromisos, sería la razón cardinal que guiaría sus actos, por lo que no permitiría la arbitrariedad individual ni los cotos de grupo: "Ningún espacio a la impunidad, ningún privilegio para nadie", diría, aunque empañó el evento una serie de protestas de diversos sectores sociales, que cuales marcharon pacíficamente para exigir "No al fraude electoral".

El 22 de mayo de 2006, alrededor de 80 mil maestros de la Sección 22, entonces del SNTE, encabezados por Enrique Rueda Pacheco, organizó un plantón en el centro de Oaxaca, en demanda de aumento salarial, mejor mantenimiento a las escuelas rurales y justicia en el Estado. Ante la nula respuesta, crecieron las protestas con bloqueos carreteros, daños a inmuebles estatales y bloqueos al aeropuerto.

Ulises Ruiz  ordenó su  desalojo el 14 de junio de 2006 con gases lacrimógenos y balas de goma, pero los maestros se le enfrentaron y, tras siete horas, se apoderaron de nuevo de la plaza de armas, en un hecho que, tras exhaustiva investigación, el pleno de la Suprema Corte de Justicia determinó que los hechos y omisiones de su investigación sobre lo sucedido en Oaxaca del 1 de mayo de 2006 a enero de 2007 -y el 16 de julio de 2007, constituyeron una grave violación de garantías individuales.

La Corte también resolvió violación a la garantía de acceso a la información; decidió excluir al jefe del Estado Mayor y al coordinador de Fuerzas Federales de Apoyo como autoridades responsables, y que el entonces gobernador tenía responsabilidad lisa y llana, y no atenuada, como se planteaba originalmente en un proyecto de dictamen.

Lo que es peor, de la mala gestión de gobierno del nuevo delegado del PRI y su falta de tacto político, aumentó el descontento de la población y se sumaron al movimiento magisterial diversas organizaciones sociales, políticas y populares que formaron la APPO, cuyo objetivo primordial era la destitución de Ulises Ruiz. La APPO ha encabezado marchas y tomado oficinas de gobierno, vehículos oficiales, estaciones de radios y carreteras.

Pero esa no es toda la "ficha" del priísta, ya que, por considerar que el informe de resultados de la Cuenta Pública de Oaxaca, entre el 1 de noviembre al 31 de diciembre del 2010 -correspondientes a los gobiernos de Ulises Ruiz y Gabino Cué-, no cuenta con elementos suficientes, la rechazó el Congreso local e instruyó a la Auditoría Superior del Estado realizar las acciones conducentes.

Por si fuera poco, César Mateos Benítez lo demandó en 2011 por enriquecimiento ilícito y peculado, ya que habría desviado más de 7 mil millones de pesos, mientras que el actual gobernador, Gabino Cué, reveló que al finalizar el mandato de Ulises Ruiz se repartieron  25 millones de pesos como "bono" sexenal entre varios funcionarios.

Y sigue la mata dando. Familiares y abogados del  finlandés Jyri Jaakkola, asesinado el 27 de abril de 2010 cerca de de San Juan Copala, Oaxaca, en una emboscada del grupo paramilitar Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), interpusieron ante la Fiscalía General de ese país europeo un "recurso de extraterritorialidad" contra Ulises Ruiz Ortiz y funcionarios de su gobierno por financiar o tolerar operaciones de la Unión.

En otro caso grave, también se le acusa de la autoría intelectual del asesinato del periodista  Brad Will, reportero de Indymedia, a quien habrían ultimado sicarios priístas de Ulises Ruiz.

Como colofón a ese criticable sexenio, sus primeras 16 auditorías acusan de daños al erario público por 3 mil 787 millones de pesos, aunque había 46 auditorías programadas, tras 80 años del PRI al frente del poder en ese Estado, considerado uno de los más pobres del país, donde las dependencias con más faltantes fueron Caminos y Aeropistas de Oaxaca (736 millones de pesos), Seguro Popular (mil 297 millones) y Coordinación de Comunicación Social de Gobierno (492 millones)

Así, en un tiro de tres bandas que ordenó el presidente Peña Nieto como parte de una negociación al interior del PRI por haber sido de los principales apoyos en los meses previos a la campaña presidencial de 2012, Ulises Ruiz relevaría a Fernando Moreno Peña como delegado en Puebla, mientras el "góber precioso" sería enviado a Oaxaca o Quintana Roo, o bien Ulises Ruiz iría a Puebla o Quintana Roo, de no aceptar Marín Torres viajar a esta entidad.

De esa calaña son uno y otro dirigentes del CEN priísta. ¿Y ese es el "nuevo" PRI que ofreció Peña Nieto?

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