Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Chetumal, Q. Roo, lunes 6 de octubre de 2014.-El pésimo o nulo manejo de la imagen del gobernador de Quintana Roo, a cargo de quien, irónicamente, administra millonario presupuesto precisamente para todo lo contrario -su vocero Rangel Francisco Rosado Ruiz- provocó traspasar los límites estatales en las últimas semanas el nombre de Roberto Borge y poner al descubierto una serie de manejos políticos que involucran a oscuros personajes con intereses inconfesables, inconfesables excepto en el caso de uno de ellos: Carlos Joaquín González.
Para nadie es un secreto que nuestro personaje busca por todos los medios desquitarse de quien le arrebató hace ya 4 años la posibilidad de convertirse en abanderado del PRI a la gubernatura del Estado, y ahora -con el apoyo que no tuvo en su momento del ex gobernador Félix González- busca de nueva cuenta encumbrarse como principal candidato a suceder a quien hoy agrede por todos los medios.
A raíz de las últimas investigaciones también se puso de manifiesto que otro ex gobernador de Quintana Roo que busca hacerlo candidato por todos los medios es el hoy secretario de Energía, su medio hermano Pedro Joaquín Coldwell, aunque, como ha sido su costumbre, no siempre ha tenido que recurrir a sus correligionarios del PRI, sino también a personeros de la oposición, ahora con legisladoras paisanas del PAN y PRD, todo con tal de hundir a Roberto Borge.
Ex alcalde de Playa del Carmen y ex diputado federal, a Carlos Joaquín, hoy subsecretario de Turismo federal, lo ha mareado realmente el poder, aunque su mayor ambición es el poder absoluto, de ese que gozó como primer edil, curiosamente durante el sexenio de Félix González, quien le permitió hacer y deshacer a su antojo, sobre todo en materia de "protección" del medio ambiente, donde, de paso, muy seguramente habría obtenido magníficos dividendos, merced a su desatinado papel… y los beneficiados.
Como bien documentó en su momento extenso reportaje del periodista Carlos Cantón Zetina, entre la serie de manifestaciones de la convicción anti-ambientalista del funcionario, en junio de 2008, el delegado de la Profepa, Guy Adrián Piña Herrera, clausuró parcialmente el hotel Gran Princess Riviera Maya -el mismo de la explosión- por devastar 53.470 metros cuadrados de mangle y selva baja, pero siguió adelante su construcción por la protección del entonces alcalde Carlos Joaquín", denunció José Zaldívar, dirigente de la fundación Ámbito Caribe.
El 22 de enero de 2008, con su complacencia, inició la construcción del complejo turístico Capella Bahía Maroma, al norte de Playa del Carmen, donde se desmontaron extensas superficies de manglar, ¡en plena vigencia de la Ley de Vida Silvestre!, en un predio parte del corredor biológico Punta Beté-Punta Maroma, considerado por la Semarnat de alta fragilidad ecológica.
-El 4 de junio de 2008, Noticaribe denunció la sucia aprobación que el 5 de abril de ese año hizo con su Cabildo con el Programa Director de Desarrollo Urbano (PDDU) de Tulum (entonces aún de Solidaridad), por un periodo de 24 años, es decir, del 2006 al 2030. A sólo unos días de concluir su gestión como alcalde, de un plumazo, y en sesión secreta, eliminó ese PDDU que se había autorizado el 6 de junio de 2007.
La maniobra fue que la Comuna dispusiera de 664 hectáreas del Parque Nacional de Tulum, regularizarlos, urbanizarlos y comercializarlos, aunque la Semarnat federal interpuso una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el argumento de que el parque y la zona de monumentos arqueológicos Tulum-Tancah son patrimonio de todos los mexicanos. La Corte le dio la razón a Semarnat y anuló el documento.
Como publicamos en su momento, durante su trienio, Carlos Joaquín recibió millonarias donaciones de desarrolladoras de hoteles o infraestructura para "agilizar" permisos ambientales de construcciones irregulares, a grado tal que dichos donativos llegaron a convertirse en segunda fuente de captación de ingresos de 2006 y 2007 del ayuntamiento.
Por ejemplo, recibió 23.5 millones de pesos por ceder el predio del basurero de Playa del Carmen a cambio de gestionar permisos para edificar un complejo hotelero-condominal para Inmobiliarias Nuevo León y Helmer; Cabi Conjuntos Residenciales y Promotora Maroma, en tanto negoció con Z Gas realizar su gasoducto varias veces clausurado; con el hotel Oasis Akumal, construir parte de su infraestructura sobre la vía pública, y con el hotel Bahía Príncipe, reiteradamente acusado de depredador por organismos ecologistas.
La historia continúa en marzo de 2006, cuando se hizo de la "vista gorda" mientras la cadena AM Resorts rellenaba enorme porción de manglar para construir un camino en un predio de Punta Maroma, donde el consorcio construyó en 16 hectáreas un hotel sin permisos de la Semarnat.
Otras fechas inolvidables fueron enero de 2006, cuando ayudó a Romárico Arroyo a conseguir los permisos para un hotel del "Desarrollo Tres Ríos", y julio de 2006, cuando "colaboró" con un desarrollo turístico en Xcacel-Xcacelito, que finalmente abortó. En esas fechas también intervino a favor del proyecto "Bahía Secreta" dentro de Xcacel.
Y sigue la mata dando: En agosto de 2006 permitió arrasar manglares de la reserva ecológica de Sian Ka'an con dieron permisos de construcción, y antes, en octubre de 2005, apoyó al empresario Francisco Rangel Castelazo a urbanizar "Costa Turquesa", que carecía de permisos federales. Y ni qué decir de los incendios forestales en su trienio, cuando cientos de hectáreas de selvas se destruyeron, incluso en Sian Ka'an.
Como corolario, durante su tercer y último informe de gobierno, del 4 de abril de 2008, Carlos Joaquín se atrevió a decir que se iba con "las manos limpias", cuando que para la ciudadanía las tenía más que enlodadas, junto con los cómplices de su administración, en un Cabildo a modo compuesto por regidores con responsabilidad en los negociazos ambientales: Martín de la Cruz Gómez, Gilberto Gómez Mora, Benjamín Barbosa Heredia, Hermenegildo Aké Sarabia, Marciano Dzul Caamal, Edith Mendoza Pino -estos dos últimos "flamantes" ex alcaldes-, Rubén Aguilar Gómez (pariente del legislador federal Román Quian Alcocer); José Carlos González Anguiano, Arturo López Magaña y José Meléndez Torres.
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