Ante la presencia de la Secretaria de Educación, Sara Latife Ruiz Chávez, el Director General de Educación Superior Tecnológica de la SEP, Juan Manuel Vázquez Cantú, dio posesión a Estela Rivera López como Directora del Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH), en sustitución de Mirna Manzanilla Romero.
EN PRIMERA FILA Por Luis A. CABAÑAS BASULTO
Chetumal, Q. Roo, domingo 18 de agosto de 2013.-Fundado hace 38 años y hoy con 10 carreras a nivel licenciatura y tres a nivel posgrado, el Instituto Tecnológico de Chetumal se convirtió desde el jueves último en centro de la polémica de la capital de Quintana Roo, esto con el fin del periodo de su ahora ex directora, Mirna Alejandra Manzanilla Romero, aunque no por alguna inconformidad con su despedida, sino por el nombramiento de su sucesora.
Tampoco existe malestar porque ésta sea mujer, ya que, aunque rebasó su periodo de dos periodos al frente del plantel, fueron siete largos años los que precisamente una mujer supuestamente sacó adelante a ésta que se considerara la Máxima Casa de Estudios de Chetumal. El desencanto de este movimiento es por el origen de la nueva directora, la Ing. Estela Rivera López: De Campeche.
Y es que independientemente de que se trate de esta entidad, en pugna desde hace varios años con Quintana Roo por el problema limítrofe, el malestar de los chetumaleños, principalmente los profesionistas que buscan un mejor futuro, es por la imposición de una directora de un Estado distinto al nuestro, cuando que lo que nos sobran son precisamente profesionales en diversas especialidades.
En este sentido, son múltiples nuestros egresados de planteles de educación superior que, con la esperanza de un mejor mañana y de coadyuvar con el desarrollo de su Estado desde su trinchera, han invertido años, esfuerzos y recursos en su superación académica, a grado tal que, inclusive, se han visto en la necesidad de viajar al extranjero u otra entidad en pos de alguna Maestría o Doctorado para enriquecer su currículum.
Con todo, como dicen en el argot, "los agarra la noche" en esos menesteres con el nombramiento de un fuereño que, independientemente de sus credenciales, muy seguramente pueden ser igualados y superados por algún paisano con años de "talacha", pero, eso sí, sin un buen "padrino" que le apoye o un gobernante paisano que frene la invasión de profesionistas o funcionarios en dependencias claves.
Las malas experiencias han sido tradicionales en delegaciones estatales donde el Gobierno Federal pasa invariablemente por encima de las aspiraciones de los quintanarroenses, y que conste que insistimos en los nuestros, ya que esto sólo suele ocurrir con Quintana Roo. Mejor prueba de ello es que en Yucatán operan formalmente 45 dependencias federales, ¿y sabe Ud. cuántas están en manos de funcionarios foráneos? ¡Sólo siete! Bueno, sus gobiernos sí cuentan con capacidad de gestoría en el centro del país, lo que no ocurre en nuestro Estado.
En el caso de Quintana Roo ocurre exactamente lo contrario, aunque de las pocas que nos "obsequiaron" NINGUNA está en manos de chetumaleños, sino en las de cozumeleños, como si de nada sirviera forjar profesionistas en el ITCH o la Universidad de Quintana Roo, cuya principal "competencia", irónicamente, por llamarle de algún modo, son los políticos, cuyos "padrinos", como era de esperarse, también son políticos.
Lo penoso de nuestro caso es que, créalo o no, entre los principales responsables de esta circunstancia se incluye a la mismísima, próxima generación de profesionistas, que no sólo NO luchan contra este tipo de imposiciones, sino que también las aplauden, como es el caso del propio Tecnológico de Chetumal, cuya sociedad de alumnos encabeza Christhian Ramón Cabrera Sánchez.
El dirigente, que se había distinguido por su lucha por la democracia en las recientes elecciones, en esta ocasión mostró la otra cara de la moneda, ya que sólo se "conformó" con pedir a la nueva directora desempeñarse con transparencia, humildad, identidad tecnológica, compromiso, iniciativa, actitud positiva, diplomacia y honradez, "siempre llevando los colores de la institución en el corazón así como sus reglamentos y normas", pero además ¡fue el primero en darle la bienvenida!
Ahora bien ¿sabe Ud. por qué en Yucatán existen pocos funcionarios o foráneos en puestos clave? Muy sencillo: Los yucatecos no aplauden las decisiones de fuera y, más nativistas que cualquier nativista, defienden sus derechos contra viento y marea, mejor prueba de ello tuvo que ver con el movimiento del ITCH, ya que Mirna Alejandra Manzanilla fue enviada por la Dirección General de Educación Superior Tecnológica a cubrir la vacante que dejara Abel Zapata Dietrich en la dirección del Tecnológico del vecino Estado.
Sin embargo, ya se imaginará Ud. qué pasó: Contra la actitud de los chetumaleños, los yucatecos rechazaron el nombramiento, según consignan medios informativos de esa entidad, que explican que los docentes del plantel no están de acuerdo en que la chetumaleña Mirna Manzanilla ocupe el cargo porque su nombramiento fue "al vapor", su doctorado es "patito" y se manejó de la misma manera que su antecesor, quien fuera subsecretario de Educación Pública en Campeche, salió en enero del Tecnológico y dejó en su lugar un interino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario