Por Franco Tirado Regino Cortesía de Agencias
Solidaridad Q. Roo 19 de agosto.-Dos administraciones municipales han sido suficientes para que Solidaridad esté en uno de los primeros lugares de índices delictivos en el estado, sobre todo por la operación de la delincuencia organizada, y de tener un Ayuntamiento rico, un municipio con el mejor superávit del estado, ahora es el segundo más endeudado y con la peor calificación crediticia.
La economía boyante o en otras palabras, el auge económico, que Solidaridad tuvo en anteriores administraciones se ha convertido en una cuestión meramente anecdótica, pues con Filiberto Martínez asumió una condición de verdadera inanición.
Filiberto Martínez Méndez, dedicado a los laboratorios, se convirtió en político y en meteórica carrera política alcanzó la cúspide al ser electo Presidente municipal de Solidaridad para un periodo de casi 3 años, tiempo que no cubrió al pedir licencia para contender por la diputación por el 5º distrito que ganó en una de las elecciones más cuestionadas de los últimos tiempos, y cuyo triunfo no se lo adjudican al voto de los habitantes de Playa del Carmen donde el repudio es casi unánime, sino en las zonas rurales y los sufragios de Tulum en donde prácticamente no es conocido.
El presidente del PAN en el estado, Eduardo Martínez Arcila comentó que después de haber tenido la mayor solvencia en el estado Solidaridad pasó en apenas un lustro a la bancarrota.
De ser un municipio que se podía sostener con ingresos propios y estaba libre de cualquier problema financiero, con Filiberto Martínez entró en el abismo de los préstamos y ahora hasta tiene problemas para pagar la nómina, define Martínez Arcila.
Jorge Hernández, regidor panista, comenta que el municipio no lo recibieron con superávit y la deuda y alcanzó los 500 millones de pesos.
Anualmente Solidaridad tiene ingresos propios por un monto de 800 millones de pesos, pero la recaudación no aumenta, y todos en el municipio se preguntan qué pasó con los 386 millones de pesos que pidió prestado el Ayuntamiento, bajo la batuta de "Fili" para la realización de 8 obras públicas que casi todas quedaron en "primeras piedras" o a medio hacer.
El empréstito prácticamente se esfumó, mientras que la Unidad Deportiva "Mario Villanueva" sigue en obra negra y supuestamente debería estar terminada a finales de año, la ampliación del edificio de Seguridad Pública no tiene ni siquiera un avance del 5 por ciento, y la remodelación de Palacio municipal quedó en 40 por ciento.
La gestión de Filiberto Martínez fue una de las más desastrosas y hace poco más de dos meses la dejó para obtener fuero, lo que consiguió con el voto de los habitantes del ejido y Tulum.
Mauricio Góngora asumirá la presidencia municipal el 30 de septiembre y la cuestión es de dónde sacará el dinero si las arcas municipales están vacías y si se atreverá a pedir cuentas o será cómplice de la ruina de municipio.
Gracias a los millones de turista que optan por Solidaridad es que este municipio ha logrado mantenerse a flote y con una actividad económica dinámica, pero los administradores municipales no han dado muestras de eficacia y por el contrario sí han dado mensajes graves de corrupción, autoritarismo y prepotencia.
Una cosa es que la delincuencia organizada secuestre, levante, y cobre derecho de piso y otra que el Ayuntamiento pretenda cobrar impuestos a los usuarios de bicicletas recogiéndolas de las calles y hasta arrancando postes para confiscarlas.
Martínez Méndez se va de diputado, a casi dos años de un intento de levantón en su contra y el atentado armado en contra de su jefe policíaco, pero Rafael Kantún Ávila, el alcalde interino tiene que lidiar con el "tijerazo" al presupuesto y el sueldo de los funcionarios y trabajadores municipales.
No hay dinero para la nómina y entonces obligatoriamente se le dice a todos que están abiertas las puertas para poder salir, a fin de evitar que las cosas se salgan fuera de control.
En 2012 la calificadora Fitch Ratings redujó, por primera vez en la historia de este Ayuntamiento, la calificación crediticia, colocándola en observación negativa por su alto endeudamiento y su elevado gasto en nómina y servicios para el mantenimiento de la burocracia.
Además de la deuda pública por 500 millones de pesos se hizo público que el Ayuntamiento deberá pagar cerca de 12 millones de pesos a la empresa Calica, porque la administración de Filiberto le cobró erróneamente el predial cuando se trataba de un derecho que le correspondía al Ayuntamiento de Cozumel, ya que el terreno objeto de la controversia por el pago de derechos le pertenece en realidad al otro municipio.
Igual como Aurelio Joaquín intenta entregar un predio municipal a PASA para pagar la morosidad por el servicio de recoja de basura, el Cabildo de Solidaridad aprobó entregar un valioso predio costero en garantía a la empresa Calica en tanto le regresa el dinero cobrado indebidamente.
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