Chetumal, Q. Roo 26 de septiembre de 2013.-Aún con la soga en el cuello y a la espera de que algo realmente grave ocurra para regresarlo a su natal Coahuila, el titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, volvió a demostrar esta semana ser el "colaborador" incómodo del gabinete del goberrnador Roberto Borge Angulo, con un cinismo digno de quien ignora tan siquiera dónde está parado.
El tema de ahora es de nueva cuenta la inseguridad en la ciudad y la no menos controvertida "operación" del supuesto teléfono de "emergencia" 066, cuyos responsables siguen dejando mucho qué desear, pero que, al igual que su jefe, poco o nada les importa la seguridad de la población ni mucho menos el desprestigio que ocasionan al titular de la administración pública y al menguado presupuesto estatal.
No es nada agradable para un periodista ser personaje de su propia columna o ser tema de controversia, pero en ocasiones como ésta es preciso involucrarse cuando, dolorosa e indignantemente -pero como cualquier ciudadano común-, su familiar es precisamente el afectado, en esta caso uno de nuestros vástagos: Angel Felipe Cabañas.
Resulta que el domingo por la madrugada, tras retirarse de una fiesta con una amiga, caminaban por el parque de la colonia Emancipación de esta ciudad, a media cuadra de su domicilio de la calle Chunhay por Colibrí, cuando los atacó un cuarteto de sujetos aparentemente drogados, uno de los cuales armado de un cuchillo, que los despojó de sus pertenencias.
Esto ocurrió en la calle Tela, a espaldas de Plaza Las Américas, por lo que ambos gritaban por un infructuoso auxilio, pero ningún vecino atinó siquiera a encender las luces de su casa ni, como era de suponerse, pasó por casualidad alguna patrulla de la corporación, mucho menos el "convoy" de cuatro hasta cinco escoltas con las que Villa Castillo suele pasearse por la ciudad, en su alarde de prepotencia, inefectividad y, claro, marcada impopularidad ciudadana.
Tras forcejear con su atacante por el arma con el que pretendía apuñalarle, Angel Felipe resultó herido en una mano, cayó y lo patearon en el piso, pero logró huir tras arrojar su bulto mientras su acompañante hacía lo propio por otro lado, tras lo cual comenzaron sus penurias por conseguir una patrulla a través del teléfono 066. Fueron más de 20 llamadas sin respuesta.
Entonces acudieron a la Plaza, donde "a veces" suele pasar alguna patrulla, pero al no encontrar una sola -en pleno sábado y pleno centro comercial-, pidieron apoyo a un vigilante del inmueble, junto con el cual continuaron las llamadas al 066, pero todo hace suponer que don Carlos Bibiano olvidó dejar guardia o checar el servicio, ya que el número permanecía invariablemente mudo.
Ante esa circunstancia, el vigilante optó por telefonear a la Cruz Roja, que SI respondió, y 45 minutos después llegó una ambulancia. De Seguridad Pública y sus patrullas "que vigilan las 24 horas del día", ni sus luces ni sirenas, mucho menos del cacaraqueado "servicio" de emergencias del 066.
Ya no hablaremos de las peripecias administrativas en la Procuraduría General de Justicia del Estado, donde, para interponer la denuncia al día siguiente ante el Ministerio Público, la agente investigadora exigió dos copias de una credencial de elector para proceder, ya que el equipo de la dependencia era para cuestiones internas. Imagínese Usted localizar algún negocio de copias fotostáticas un domingo lluvioso a las 10 de la noche. Al menos nosotros lo encontramos, pero ¿Y los que denuncian por la madrugada? ¡Vaya burocracia!
Ahora bien, en el caso de Villa Castillo, quien dicen que le reza a Jesús Malverde para conservar la chamba, apenas el lunes y, según la agencia informativa Apro, como dice El Chavo del 8, "sin querer queriendo", urgió a la XIV Legislatura a tipificar el "uso indebido de medios de comunicación" y castigar hasta con cinco años de prisión, según él, debido al alto índice de llamadas falsas que ingresan al servicio de emergencia 066.
Tras afirmar que supuestamente estas llamadas son de bromas e insultos, por lo que consideraba urgente "retomar la iniciativa" a fin de "sancionar legalmente a los bromistas", refirió que la ciudadanía debe ser responsable al usar ese servicio para que la atención siempre sea oportuna, correcta y adecuada a las diversas necesidades.
Firmada por Sergio Caballero, la nota agrega que, según el ahijado político del ex gobernador Félix González, el 066 no sólo sirve para solicitar la intervención de la policía, sino también para obtener información meteorológica, asesoría legal, atención ciudadana, apoyo psicológico y auxilio y guía en caso de contingencias ambientales.
Bueno, tal vez ese sea el verdadero objetivo de ese número gratuito, pero la experiencia ha demostrado que sirve para lo mismo que la Carabina de Ambrosio y hasta quizá para menos, sobre todo en los momentos en que, por lo menos, se requiera certeza sobre su funcionamiento o que "alguien" califique la gravedad del caso
Es cierto que las falsas llamadas implican desgaste económico, recursos y horas-hombre de los cuerpos de seguridad y emergencia y que alguna incidencia real puede quedar desatendida, pero ¿quién le garantiza a la población la existencia de algún responsable? ¿Acaso la iniciativa de ley también incluirá sanciones para los encargados? ¿También sufrirán penas de entre seis meses a dos años de prisión y multa de 50 a 300 días de salario mínimo?
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