POR DAYSI
Cancún Q. Roo 31 de agosto 2013.-Con gran ovación hacia los gladiadores dio inicio la segunda función de la Primera Temporada de Lucha Libre Mexicana hotelera en el Great Parnassus Resorts Cancún, en la que por segunda ocasión en 15 días se impusieron los del bando técnico en la lucha estelar.
En el primer combate de la noche el bando rudo ganó; en punto de las 20:45 horas, en la primera caída, resultó victorioso el Átomo, luchador del bando técnico, que más adelante comprendió que la intensidad de los 'costalazos' apenas comenzaba.
Correspondió a su rival, el rudo Duende Maya, reaccionar e imponerse en la segunda caída, en la que propinó castigo al Átomo; esta situación se repitió en las acciones de la tercera y decisiva caída para así ganar en la lucha Mano a Mano que despertó aplausos y ovaciones de los aficionados, en su mayoría turismo estadounidense hospedado en el hotel. El Átomo lamentó que pese a brindarse en buenas muestras de llaveo y de lucha no evitó la derrota, e incluso resultó con una ligera luxación en el tobillo izquierdo.
En la lucha semifinal, la dupla técnica Cadete y Misterio Negro dominó la segunda y tercera caída para someter a los rudos Furia Mortal y León Rojo Junior, quien por cierto subió al cuadrilátero en sustitución de Bronco.
En la Lucha Estelar, los rudísimos Furia Negra y Corsario Junior que habían vaticinado revancha al bando técnico no lograron su cometido: volvieron a perder ante la pareja técnica formada por Rey Tigre e Invencible Junior, en combate que resultó de intensas emociones, aunque al final, algo polémico. En la caída inicial se impusieron los técnicos Rey Tigre e Invencible Junior, pero en la segunda etapa los rudos Corsario Junior y Furia Negra hicieron de las suyas.
La pareja "negra" asestó castigo fuerte a la par tanto al Invencible Junior, como al Rey Tigre, al que azotaron dos veces de espaldas al cuadrilátero habilitado en el Salón Acrópolis del hotel Great Parnassus.
Durante la tercera y decisiva caída Rey Tigre hizo gala de toda su experiencia y aplicó castigo a los rudos con llaves y en otra ocasión los derribó fuera del ring.
En el clímax del combate, el réferi Enrique Mena proclamó ganadores a los técnicos, pero los rudos alegaron que no se completó la cuenta de 20 antes de la que tenían que volver a subir al encordado.
Una vez más quedó confirmada la calidad de este deporte-espectáculo, expresa con la satisfacción de aficionados estadounidenses, huéspedes del hotel, quienes disfrutaron paso a paso desde la presentación de los combatientes hasta el momento final de la función en que subieron al ring para tomarse fotografías y pedirles autógrafos.
Aplaudieron y gritaron cuando el capitán del bando rudo, Furia Negra, subía hasta la última cuerda para gritar "¡Arriba los rudos!", lo mismo que cuando Rey Tigre, el técnico, cobraba venganza inmediata de la paliza propinada en un ring donde corren más emociones por el deporte en un espacio confortable, amplio y seguro que la necesidad del morbo.
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