Cecilia Loría Marín se le atribuye haber sido la encargada de destrabar el conflicto magisterial quintanarroense que se desató en este mes que finaliza
EN PRIMERA FILA POR LUIS A. CABAÑAS BASULTO
Chetumal, Q. Roo 27 de septiembre de 2013Proveniente de una novela de Juan Ortiz Escamilla sobre un personaje clave en los primeros años de la insurgencia de Nueva España, Félix María Calleja fue calificado de "héroe a villano", y desde ese entonces suele utilizarse el calificativo a los personajes que cambian de la primera condición a la otra, principalmente en el caso de los políticos.
Quintana Roo no es la excepción, aunque en el caso que hoy nos ocupa ocurrió exactamente lo contrario con una maestra veracruzana que, de perder estrepitosamente una elección local en 2005 y haber caído desde lo más elevado de la política, de la noche a la mañana, con tan sólo unos días de diferencia, movió sus "influencias" y la convirtieron de villana a heroína.
En efecto, como el título refiere, se trata de Cecilia Rosalía Loría Marín , quien fuera titular de la entonces Secretaría de Educación y Cultura, directora general del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep-Quintana Roo) -apenas al mes de tomar posesión había despedido injustificadamente a 27 trabajadores- y, hasta hace unos días, delegada del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe)
Pero la historia de esta funcionaria, cuyos huestes candidatean para la Secretaría de Gobierno, es de suyo rica en anécdotas desde su aparición en el escenario político durante el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz, cuando alcanzó un clímax que desapareció tras perder en las elecciones a diputada local por el Distrito III ante el entonces panista David Álvarez Cervera, en lo que constituyó la primera ocasión que el PRI cayó en tres Distritos en Othón P. Blanco. Los otros derrotados fueron Arturo Fernández Martínez, por el II Distrito (ante Mario Rivero Leal) y Moisés Pacheco Briceño, en el I Distrito (ante Juan Carlos Pallares Bueno)
Involucrada el año pasado junto con la ex directora del Tecnológico de Chetumal, Mirna Alejandra Manzanilla Romero, en el caso de los "doctorados patito" otorgados por la Universidad Hispanoamericana "Justo Sierra" de Campeche por sólo ocho meses de estudio -el de ella, en Ciencias de la Administración-, Cecilia Loría también estuvo al frente del Instituto Quintanarroense de la Mujer (2008), de donde la relevó la ahora diputada federal Lízbeth Loy Gamboa Song.
Eterna deudora del impuesto predial por uno de sus terrenos en Sian Ka'an, obtuvo en mayo del 2007 del Instituto Electoral del Estado el primer registro a una agrupación política, "Fuerza Social por Quintana Roo" que, entonces como Secretaria Técnica del gobierno de Hendricks Díaz, presidiría ella misma, con lo que se le incluyó en el presupuesto de la Dirección de Partidos Políticos y de Administración desde el 2008.
Identificada como brazo derecho de Hendricks Díaz, quien impulsó su carrera política, nuestro personaje, Maestra en Ciencias -con licenciaturas en Administración de Empresas y en Derecho, así como Maestría en Ciencias en Planificación Industrial-, también incursionó en el mundo empresarial como presidenta de "Construcción y Promoción Inmobiliaria Siankan-Hae" y gerente general de "Ardeco Inmobiliaria y Acabados de Construcción".
En su paso por la Secretaría de Educación, sus ahora promotores la acusaban de oficializar el Concepto 41 de los trabajadores del ramo en Quintana Roo, ya que, aun cuando el colapso financiero de mil 300 millones de pesos de la dependencia es producto de pésimas administraciones estatales, que la vieron como parteaguas para "bajar" recursos, "la verdadera debacle económica comenzó durante la gestión de Cecilia Loría", decían.
Dicho Concepto, creado durante el sexenio de Mario Villanueva Madrid para el apoyo de maestros de Isla Mujeres y Cozumel que gastaban parte de su salario en pagar los cruces, comenzó apagarse también a quienes carecían de plaza completa en 1993, tras lo cual Cecilia Loría lo incluyó formalmente entre las "conquistas" del SNTE ante el Gobierno del Estado y oficializó que su pago incluyera a homologados y otros trabajadores del sector, entre esos ella misma, ya que, como docente del ITCH, carecía de ese derecho.
Días después de despotricar contra ella, surgió sorpresivo cambio de opinión, en el sentido de que, aunque Usted no lo crea, ¡ya hasta la hacían posible candidata a gobernadora!, esto tras ser relegada a cargos de segundo nivel durante el malogrado sexenio de Félix González, casi en el exilio en los dos años de Roberto Borge Angulo y dar "una excelsa cátedra de hacer política", con lo que, supuestamente, de golpe y porrazo "poner a su grupo, junto al de Eduardo Espinosa, entre los que aun respiran en Chetumal".
¿Y sabe Ud. que fue lo que propició el supuesto resurgimiento de quien fuera rechazada por el electorado por su rechazo a la clase humilde? Su papel en la solución del conflicto magisterial, tras lo cual habría aparecido junto a Borge Angulo en lugar de Sara Latiffe Ruiz Chávez y del secretario de gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, la primera, obviamente ausente por su mutua intolerancia con los maestros, el segundo porque ya había concluido su labor.
Más aun, le atribuyen haber negociado la posición que dejó en el Conalep para uno de sus parientes políticos, Manuel de Jesús Aguilar Ortega, ex diputado que, supuestamente también gracias a ella, se convirtió unos meses en presidente de la Gran Comisión en la XIII Legislatura, cuando que todo mundo lo identifica como gente de Cora Amalia Castilla Madrid.
Lo único cierto es que el verdadero operador político del Jefe del ejecutivo para destrabar el conflicto fue su propio Secretario de Gobierno, al que dio la suficiente "línea" para movilizar lo que fuera necesario, en este caso incluir a Cecilia Loría entre las piezas, tal y como hizo con otros dirigentes y actores políticos hasta rubricar con la veracruzana, y tan-tan, sin tanto "comploh".
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