Por Franco Tirado Regino Con información de Antonio PinedaCancún Q. Roo 27 de enero 2014.-Hoy día en el que las empresas y las organizaciones políticas y sociales están reestructurando sus plantillas por problemas organizativos o económicos, los responsables del área de comunicación disponen de menos recursos para acatar todas las estrategias y acciones que se llevaban a cabo antes de esta situación. Te debes sentar, rediseñar las estrategias que se habían elaborado en un primer momento y adaptarlas a las circunstancias que te rodean. Habrá que priorizar tareas y otras pasarán a un segundo plano, a un cajón al que no llamaremos desastre, si no al cajón de la calidad frente a la cantidad. ¿Estás preparado para ser un líder o un jefe inserto en una amalgama de quehaceres sin orden establecido?
VEAMOS LAS PRINCIPALES
DIFERENCIAS ENTRE LÍDER Y JEFE EN EL ÁREA DE COMUNICACIÓN:
·
Conductor de trabajadores y
trabajadoras: refuerza la estructura vertical y jerárquica de la empresa. No suele
consensuar. Más bien dirige de forma unidireccional, desde donde parte la
estrategia comunicativa que debe ser ejecutada por los empleados del
departamento
·
Depende de la autoridad: se basa en dos premisas
que ralentizan las actividades diarias del departamento. La primera, es que
depende, casi exclusivamente, de la alta dirección para aprobar cualquier
acción de comunicación, lo que conlleva paralizaciones indeseables. La segunda,
es que hay un recelo por traspasar parte de las responsabilidades al resto de
los trabajadores: lo que yo denomino “falta de delegación”.
·
Dice “Yo”: el egocentrismo y el
exceso de autoridad o de poder conlleva a decisiones unidireccionales que
suplantan la puesta en común por razonamientos que, probablemente, pueden dar
lugar a error, pues en el sector de la comunicación no existe una única y
válida perspectiva. Conviven miles de variables que hay que tener en cuenta en
toda planificación estratégica
·
Echa la culpa: culpabiliza antes de preguntar
o de llegar a consenso. Muchas áreas de prensa, marketing, comunicación o
relaciones públicas llevan a cabo, simultáneamente, cientos de tareas. Es
normal, como humanos que somos, que algunas de ellas no se realicen y den lugar
a conflictos internos e interdepartamentales. El jefe siempre marcará la
equivocación o el olvido como un error grave en vez de tratarlo como una
situación de aprendizaje
·
Sabe cómo se hace: el jefe lleva muchos años
de experiencia en el sector y tiene una trayectoria profesional envidiable. Su
seguridad y decisiones son incuestionables y nadie en el departamento puede
contradecirle. No realiza consenso, dirige desde la cima y elimina la
posibilidad de una comunicación bidireccional entre personal y responsable.
·
Inspira temor: un responsable de
comunicación debe de evitar a toda costa esta característica o si no creará lo
que denominamos departamento ‘isla’. En el momento que esto sea así la
comunicación interna se fracciona y se omiten canales de diálogo fundamentales
para el buen funcionamiento de la organización. No debe inspirar temor, debe
inspirar confianza y un ambiente donde el ‘buen hacer’ sea reconocido y la
equivocación sirva como elemento de aprendizaje para no volver a repetirla.
·
Usa a las personas: el jefe no tiene en
cuenta la productividad, el compromiso ni la opinión del personal. Aunque tenga
un significado plenamente instrumental, utiliza a las personas según las
prioridades y las necesidades del departamento de comunicación. Ante la situación
que vive hoy el sector de la comunicación, muchos grandes profesionales son de
‘usar y tirar’ para este tipo de jefes.
·
Duda de lo que haces: hay que trazar las líneas
estratégicas y las acciones del personal de forma muy clara y concreta. Hay
procesos que se pueden prolongar en el tiempo y el jefe puede entender que se
abusa de las horas de trabajo para tareas que no están relacionadas con el
departamento. En estos casos, recomiendo tener a mano una herramienta de
productividad que mida los tiempos de trabajo y especifique los porcentajes que
se dedican a cada una de las principales actividades. La redacción, la
creatividad y las tecnologías son elementos que requieren tiempo para su
implantación y ejecución.
·
Manda: el departamento de
comunicación debe ser un constante consenso a pesar de la existencia de un
responsable y una serie de operarios o técnicos. El jefe ordena incluso
trabajos que no están relacionados con el perfil o la tareas habituales del
departamento. Esta situación puede dar lugar a que otras acciones no se
completen a tiempo y se cuestione, en un futuro a corto plazo, la eficacia del
personal.
·
Dice “Ve”: no se trata de que el
jefe ordene ir a un lugar determinado, que lo puede hacer en cualquier momento.
Si no de que construya ‘empleados isla’ dentro del propio departamento de
comunicación. En ocasiones, el personal se ha encontrado en la tesitura que no
ha sabido responder o solucionar ciertas tareas habituales propias de otro
compañero o compañera. A esto le denomino ‘desfase informacional’
El LÍDER:
·
Entrenador de trabajadores
y trabajadoras: es la responsable o el responsable propio de una nueva cultura
empresarial donde se intenta eliminar, al máximo, las barreras jerárquicas de
las organizaciones tradicionales del siglo XX y se apuesta por una estructura
más horizontal donde las opiniones de cada uno de los miembros de la
organización, ya sea operario, primera línea de administración, ejecutivos o
alta dirección se tienen en cuenta para el buen funcionamiento de la empresa,
tanto dentro como fuera de ella
·
Depende de la buena
voluntad: asigna ‘subresponsabilidades’ a cada uno de los integrantes del
departamento de comunicación. Si atiende a los roles gerenciales diseñados por
el canadiense Henry Mintzberg, tomará el papel de gestor de problemas,
árbitro de conflictos y negociador. Delegará en sus subordinados para poder
abordar tareas, más importantes, de dirección y organización
·
Genera entusiasmo: la motivación, los nuevos
retos y las ganas de seguir creciendo y aprendiendo deben ser comunicados y
asimilados por todo el departamento y, si es posible, a través de un adecuado
plan de comunicación interna, trasladados a todos los miembros de la
organización. Para ello es importante tener claro la preferencia de la calidad
frente a la cantidad. Para que cada uno de los integrantes de la empresa sienta
que es una parte importante de la estructura son fundamentales dos líneas de
trabajo: la ‘escucha activa’ y una línea clara con objetivos a corto, medio y
largo plazo. Si no, es posible que la motivación y las acciones del personal se
puedan perder por el camino
·
Dice “Nosotros”: el departamento de
comunicación no es un jefe de área que dictamina órdenes que deben ser
cumplidas sin ningún feedback por parte de los operarios. En este área deben
existir reuniones periódicas con todos los miembros del departamento en las que
exista una retroalimentación líder-personal con una fuente inagotable de ideas
y de acciones para llevar a cabo a corto, medio y largo plazo. Además, el
concepto ‘compañerismo’ debe de estar en constante ebullición y el líder debe
apostar por que la comunicación sea uno de los ejes vertebradores de la
empresa.
·
Realiza un consenso para
dar una solución: siempre se ha dicho que más vale cuatro ojos que dos o cinco cabezas
pensantes que una. El líder nunca va a tener en su poder la impresionante
habilidad de acertar en todas las decisiones, pues existen múltiples variables
que puedan dar a lugar a sorpresas inesperadas. Por este motivo es
imprescindible contar con el equipo completo de comunicación para llegar a un
consenso final que suponga una solución lo más acertada posible
·
Enseña cómo se hace: evidentemente la
experiencia es un grado. A la hora de diseñar un perfil determinado en el
departamento de comunicación, el líder puede optar por una persona con una
dilata trayectoria o por otra con poca experiencia pero con una adecuada
formación. En ambos casos, el trabajador o la trabajadora necesitará de tiempo
y de una adecuada gestión del responsable para que se integre con los
compañeros y con el día a día de la empresa
·
Desarrolla a las personas: apuesta por la excelencia
empresarial. O sea, por la integración de la calidad, la innovación, el
aprendizaje continuo y la posesión de recursos intangibles (motivación,
emoción, constancia, pasión, compromiso,…) Una empresa no puede crecer si sus
integrantes no cuentan con una formación continua específica y difícilmente
cuente con un adecuado ambiente de trabajo si no existe un plan de comunicación
interna que esté inmerso en cada una de las áreas
·
Confía en tu trabajo: según afirmaciones como
la del portal Universia “cuando
un director o un líder de un equipo de comunicación no tiene la capacidad de
ceder responsabilidades, generalmente, el resultado es la ineficiencia en los
procesos. Delegar responsabilidades es algo tan importante como efectivo. Saber delegar es una de las virtudes de
un buen líder“. De esta forma, tendrá más tiempo para
enfocarse en otros aspectos del trabajo que generen más valor al negocio
·
Pregunta: dentro y fuera de la
organización existen múltiples canales por donde la información puede llegar
hasta el director de comunicación. Cuando se logra con éxito alcanzar un
objetivo o se traza inadeacuadamente un plan de trabajo, el líder debe
dirigirse a sus subordinados o a sus compañeros y compañeras de área con una
postura de entendimiento y de ‘escucha activa’ antes de arrepentirse de lo que
ha comunicado.
·
Dice “Vamos”: a pesar de su estructura
tremendamente vertical, jerárquica e inamovible, los rangos militares me pueden
servir como ejemplo para escenificar la metonimia del ‘plan B’ siempre guardado
en el cajón de la oficina, por si acaso. En la jerarquía militar, en ausencia
del máximo mandatario, siempre hay otros subordinados que pueden hacerse
responsables de las decisiones y las tareas de sus superiores. Para que un
departamento de comunicación funcione adecuadamente, no consiste en que todos
los integrantes sepan realizar a la perfección todas las tareas, pero sí es
aconsejable que las conozcan y las puedan desarrollar en algún momento necesario
para la empresa. Además, eventos como ruedas de prensa, políticas internas
generales o comunicados oficiales deben ser conocidos por cada una de las
personas del departamento de comunicación.
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