miércoles, 19 de marzo de 2014

HAY AVES QUE CRUZAN EL PANTANO... Y MANCHAN EL PANTANO

 En Cancun no pasa eso que denuncian que pasa en España... No aqui las licencias las sacan rapidito y conforme a la ley, sin mordida alguna. Son mentes insidiosas y subversivas las que afirmen lo contrario, asi les haya pasado.


Por Joel Hernández Santiago*
Por Cortesia de

elcomunista.net

Nos decía el gran historiador, don Luis González y González, que eso de la corrupción en México viene de lejos. Y ejemplificaba con un caso: durante la Colonia, la administración virreinal no alcanzaba a cubrir el territorio nacional con instrumentos de control y supervisión para la recaudación fiscal o, incluso, para el cobro de servicios, como permisos, vigilancia…
Y como tampoco tenía personal en toda la extensión territorial, entonces se habilitaba a habitantes del lugar a quien se le concedía autoridad para otorgar permisos, vigilancia, reconocimientos legales… Pero como tampoco había forma de pagarles, pues entonces estos señores cobraban por sus servicios, de manera directa y de forma discrecional…
Así que los habitantes de los pueblos pagaban el servicio mano a mano, con monedas o trueque, por el servicio prestado. Y a muchos se les quedó la costumbre de estirar la mano. ‘Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento’ a esta práctica se le decretó: ‘simplificación administrativa’ y hoy, muchos funcionarios de gobierno abren el folders y llenan el cajón del escritorio con esas dádivas que ahora se llaman ‘corrupción’…
Naturalmente existen los funcionarios de gobierno impolutos y sin mancha, no se trata de generalizar en un tema en el que unos cuantos no hacen que engorde el caldo…
Pero mientras son peras o son manzanas, eso de la corrupción se cuece por todos lados, en donde menos se espera.
Hace tiempo, al tramitar la renovación de una licencia de manejo, la encarga de otorgar la hoja de autorización en la barandilla de la oficina de Tránsito, subrayaba a cada uno de los solicitantes:
–“No se le olvide que hay que hacer un examen de manejo, y la verdad es muuuuuuuy difícil…”
 –“Pero si tengo 20 años de manejar y sólo vengo a renovar la licencia.
–“Si, pero de todos modos tiene que hacer el examen y es muuuuuuuy difícil…” Ejem…  Y de pronto estiraba la mano discretamente y recibía el billetín corruptor…
Pero el mini-corrupto-burócrata es nada comparado con los grandes enjuagues con intereses millonarios y ganancias para todos. Lo de Oceanografía se está investigando, y de probarse el delito, podría haber palomitas de San Juan por estos días, de aquellas que ‘cruzan el pantano, y manchan el pantano’.
Todo esto viene al caso porque apenas este domingo, integrantes del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE) pidió que “se castigue a quienes cometan actos de corrupción, sin importar su cargo público y establece un programa de incentivos para que las personas y empresas denuncien este delito sin temor.” ¿Se lavan las manos en lo de Oceanografía?
“La corrupción –dice CEESP- que se fortalece por la falta de rendición de cuentas y de transparencia, representa un problema serio para México, porque tiene un efecto negativo en el ritmo de crecimiento de la economía”.
Si. Pero para que haya un corrupto, también hay un corruptor…
Resulta que, precisamente una de las fuentes de corrupción mayor, en México, es el de las ‘dádivas graciosas’ de muchas empresas privadas que buscan conseguir contratos con el gobierno federal, estatal o municipal.
Son empresas y empresarios, quienes reconocen al ‘diezmo’ –que es un porcentaje de su utilidad para quien le ayude a conseguir la contratación o la venta o el servicio-, como una de sus prácticas de negocios e, incluyen estas dádivas en su contabilidad porque, eso sí, el contar-contar-contar-ganar-ganar-ganar, es la regla…
Y aquí volvemos a la sabiduría de Sor Juana: ‘¿Quién peca más, el que peca por la paga, o el que paga por pecar?’.  En el delito de corrupción hay dos partes.
En el caso de la gente de a pie, con mucha frecuencia se cae en el garlito burocrático de dar, para recibir, porque muchos empleados ejercen su derecho personal de la lentitud en la realización de los trámites, y esto hace que se tenga que ‘aceitar’ la maquinaria corrupta.
La corrupción es una enfermedad que no necesariamente es contagiosa, pero que es dañina. Y ese daño provoca que muchos de los recursos que debieran llegar a la hacienda mexicana se queden en el camino, con la consecuente deficiencia administrativa de distribución justa, equilibrada y sana del resultado del trabajo de todos…
Así que, el sector empresarial pide transparencia. Si. Pero no hay que olvidar que cuando en  1982 el doctor Samuel I. del Villar propuso aquella “Renovación moral de la sociedad” todo el mundo se le echó encima por “esa locura”, incluyendo a los empresarios nacionales y extranjeros…
Pide transparencia un sector en donde muchos de sus integrantes son de mano extendida y quienes pasan por encima de esa  transparencia cuando se trata de que en sus balances generales, el de pérdidas y ganancias y en sus balanzas de pagos todo sea “utilidad”. En qué quedamos, entonces. ¿No debieran comenzar por limpiar su propia casa?
 *joelhsantiago@prodigy.net.mx  Twitter: @joelhsantiago

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